En la sociedad actual la práctica deportiva se ha convertido en una actividad imprescindible. Nos hace sentir en buena forma física, nos mantiene permanentemente activos, es aconsejable para nuestra salud y nos permite incorporar a nuestras vidas un hábito beneficioso con el que desconectar un tiempo del mundo real.
El rendimiento físico se sustenta en tres pilares básicos: la alimentación, el deporte que elijamos (y sus características), suplementación y por último, la cuestión psicológica. Si cuidamos cada día nuestra alimentación aportando las vitaminas necesarias, analizando qué ingerimos y evitando alimentos con cargas poco saludables (grasas saturadas, azúcares en exceso, sobrecarga de hidratos, etc) estaremos empezando con buen pie.
También debemos analizar de antemano qué deporte o rutina deportiva vamos a practicar. Elegir bien es importante. ¿Cuál es el deporte que mejor se adapta a nuestro cuerpo, mentalidad y motivación? Para obtener un buen rendimiento físico es clave un compromiso con nosotros mismos a medio y largo plazo: se necesita constancia, dedicación y mucho pundonor. El secreto reside en ir añadiendo a nuestra rutina deportiva pequeños hábitos que nos ayuden a mantener en el tiempo una buena forma física.
5 CONSEJOS PARA MEJORAR EL RENDIMIENTO FÍSICO
1. Prepárate mentalmente y piensa en positivo
Comencemos la práctica deportiva con energía. Establece esa pequeñas metas a corto y medio plazo. Metas que sean factibles, no objetivos irreales e inalcanzables. Ir cogiendo forma, mejorando poco a poco nuestras marcas, añadir cada semana unos minutos más a nuestro entrenamiento, etc. Igual que debemos empezar fuerte, también debemos ser conscientes de que dar comienzo a una práctica deportiva es como una carrera de fondo, nunca mejor dicho: hay que tener paciencia, disciplina y sacrificio. Pero el cuerpo es sabio, cuando sienta que lo hemos activado todo irá rodado.
2. Apuesta por la calidad en la práctica deportiva
¿Has decidido ya qué deporte practicar? Pues prepárate para ello con el equipamiento oportuno. Por ejemplo, si nuestra opción es el running, compremos una ropa especializada, zapatos de deporte específicos y todos los extras que nos ayuden a practicarlo de una forma llevadera (mp3s, cascos, brazalete, etc). Lo barato sale caro, así que debemos invertir algo de presupuesto en nuestro deporte apostando por la calidad. Todos los factores cuentan.
3. Debemos cuidar al máximo nuestra alimentación
Como señalamos en la introducción de este artículo, si queremos practicar deporte con garantías y optimizar el rendimiento físico debemos vigilar nuestra alimentación apostando por ingestas saludables.
Ve descartando de la dieta la cafeina, las calorías vacías, el alcohol o las grasas saturadas en la medida de lo posible. Encuentra un menú realfooder que te ayude a equilibrar lo que el organismo necesita para hacer deporte. Busca asesoramiento nutricional por si necesitaras algún complemento en tu dieta.
4. Planifica una buena recuperación tras el ejercicio
La recuperación tras el ejercicio debe ser gradual, paulatina. Hay que parar poquito a poco, paseando primero y realizando un estiramiento sosegado que nos evite molestas sobrecargas o calambres. Una vez hayamos bajado el ritmo, ya podremos sentarnos y descansar. Ni que decir tiene que son imprescindibles una buena ducha y una posterior alimentación proporcionada, sin caer en el ansia o en el exceso.
5. Descansa como te mereces
A lo largo de todo un día es recomendable dormir al menos ocho horas. Ese descanso, que puede ser continuado o espaciado en el tiempo, es el mínimo que nuestro cuerpo necesita para funcionar con energías, mejorar nuestro humor y potencia el optimismo. Intenta equilibrar los horarios, que el cuerpo se vaya adaptando a una rutina y que el sueño sea de calidad: un buen colchón, ambiente oscuro y silencioso, olores perfumados, etc. El descanso nos permitirá un mejor rendimiento deportivo: todas las estrellas del deporte subrayan la importancia de un buen sueño en su juego. Si te puedes permitir una siesta diaria, mejor.