El yoga se ha practicado durante milenios y todas las posturas de yoga tienen grandes beneficios. Además de ser una disciplina milenaria, es también una de las más conocidas en el mundo por sus beneficios. Actualmente hay estilos de yoga para todos los gustos y muchísimos tutoriales ideales con instrucciones para practicarla en casa.
Nacida hace más de 4.000 años en la India, el yoga es una actividad deportiva y un método de meditación muy famosos. Todos los ejercicios tienen como fin conectar cuerpo, mente y emociones mediante diferentes posturas corporales. Es decir, además de ser una excelente ejercicio, también tiene muchísimos más beneficios.
¿Por qué es bueno practicar yoga?
Como hemos dicho, las posturas de yoga buscan que te conectes con tu cuerpo, tu alma y tus emociones. Practicar un deporte tan completo en todo sentido garantiza que nos sentiremos mejor con nosotros y con el mundo. Esto, en teoría es lo que nos garantizan muchos yoguis famosos, y nosotros creemos que tienen razón.
Reduce la ansiedad
Como consecuencia de la pandemia, nuestros niveles de ansiedad como sociedad, están por las nubes. Hay muchas posturas de yoga y ejercicios que requieren que controles tu respiración. Además de mantenerte en forma, si haces correctamente los ejercicios de respiración, también reducirás tu ansiedad.
Según varios estudios, se ha descubierto que el yoga reduce exponencialmente la ansiedad y el estrés de manera similar a una terapia convencional. Es decir, el hacer yoga te proporciona los mimos beneficios que varios ansiolíticos. Si deseas una mejor alternativa, además de las pastillas, este ejercicio podría ser lo que buscas.
Ayuda a regular tu sueño
El ejercicio y la actividad física ayuda a regular naturalmente el sueño, sin embargo el yoga lo lleva un poco más allá. Gracias a los ejercicios de meditación integrados a esta práctica, tu cuerpo se relaja lo suficiente como para dormir. Según un estudio hecho por la Fundación para la investigación del Yoga, las personas que lo practicaron constantemente, se dormán más rápido.
Esta práctica ayuda a que la calidad de tu sueño sea mucho mejor. Con esto queremos decir que también dormirás por más horas, y te sentirás mucho más descansado. En pocas palabras, es una posible solución a tu insomnio sin necesidad de recurrir a cualquier químico.
Te llena de energía
Si eres una persona sedentaria o trabajas en un ambiente muy competitivo, el yoga puede ayudarte. En caso de tener un trabajo que te obligue a estar sentado constantemente, esto ayudará a que te sientas mejor y más activo. Por el otro lado, si es un trabajo donde estés bajo presión constantemente, el ejercicio te ayudará a relajarte.
El tipo de respiración que exigen las diferentes posturas de yoga te permiten llegar a un estado de serenidad mental. Alejar el estrés, la ansiedad y los nervios hace que seas más productivo y te sientas mejor. Esto también hará que te sientas más lleno de energía a largo plazo, permitiendo que trabajes de manera más eficiente.
Ayuda a tu cuerpo
Cualquier tipo de ejercicio te fortalecerá a la larga, sin embargo, el yoga es excelente para tus huesos. Esto ocurre porque todas las posturas de yoga evitan la acumulación de ácido láctico en el cuerpo. Es gracias a esto que los huesos se van reforzando, ya que esto evita la pérdida de masa ósea, además es un remedio natural contra la osteoporosis.
De la mano, estos mismos ejercicios te ayudaran a aumentar tu flexibilidad natural. Al principio, no serás capaz de realizar muchos movimientos, sin embargo, con práctica, serán mucho más sencillos.
Es un excelente ejercicio para combatir la edad
Muchos estudios recientes sugieren que el yoga y la meditación ayudan a que tu cuerpo envejezca lentamente. Cada una de las posturas de yoga repercute directamente sobre la telomerasa, una encima clave. Mientras esta encima se mantenga mucho más larga y ejercitada, tendemos un mayor tiempo y una mayor calidad de vida.
Igualmente, la práctica de yoga como ejercicio de meditación ayudará a que tus dolores crónicos desaparezcan. En este caso, es necesario que los ejercicios se practiquen principalmente cómo un método de meditación. Por lo tanto, es importante que cuentes con un buen maestro para evitar hacer ejercicios que puedan lesionarte.
Refuerza diferentes sistemas del cuerpo
Al disminuir el cortisol de tu organismo, regulas el buen funcionamiento de tu sistema inmune. Los niveles altos de cortisol son bastante perjudiciales, además de afectar tu sistema inmune, también general presión alta, problemas de sueño, entre otras cosas. Al controlar estos niveles, haces que tu cuerpo sea más resistente a las enfermedades.
El yoga también estimula a que tu sistema nervioso general se equilibre. Tu sistema nervioso está compuesto por dos sistemas llamativos nervioso simpático (SNS) y nervioso parasimpático (SNP). El yoga activa el SNP, lo que ayuda a que se regule tu sistema cardiaco, tu presión sanguínea y se equilibre su relación con el SNS.
¿Cuáles son las posturas de yoga que necesito conocer?
Hay muchas posturas básicas, base de la mayoría de las rutinas de yoga, o asanas, que conocemos hoy día. Si deseas empezar a practicar yoga, lo ideal es que sepas cuales son las posturas básicas y cómo hacerlas correctamente.
La montaña o Tadasana
Esta posición es una de las más básicas, entre las posiciones iniciales, y solo requiere que estés de pie. Debes mantener la columna firme, los pies en paralelo y los pulgares en contacto entre ellos. La manera correcta de hacer esta postura es manteniendo la columna vertebral en una línea recta. Esto también debería evitar que las costillas o tus nalgas sobresalgan.
Sobre esta postura, los yoguis dicen que debes elevar las rotulas, y distribuir tu propio peso. Mientras haces esto, es necesario que lleves el coxis hacia atrás y alces el ombligo hacia arriba y hacia adentro.
Árbol o Vriksasana
Desde la montaña puedes saltar fácilmente al Árbol, siendo además una de las posturas más sencillas de realizar. Desde la montaña, eleva un pie y apoya la planta del pie en el muslo o la pantorrilla, y lleva las manos al pecho. Lo ideal es que desde este punto mantengas fija la mirada en algún objeto en específico. Esto te ayudará a mantener un mejor equilibrio.
La silla o Utkatasana
Igualmente, desde la montaña puedes pasar a esta postura ya que no requiere mucho movimiento. Para lograr esta postura debes tener las rodillas flexionadas a la altura de los tobillos y los mulos en paralelo con el suelo. Mientras, el torso debería formar un ángulo recto con los muslos. Si acercas tus pies, tu postura será más avanzada. Finalmente, alza las manos.
El error más común al realizar esta postura es el hacer que tus rodillas pasen de tus pies. Es importante que siempre estés paralelo con tus tobillos y que el pesos este bien distribuido. La postura no debería causarte dolor, o hacer presión en tus tobillos.
Perro Boca Abajo o el Adho Mukha Svanasana
Esta es una postura que debes hacer acostada, sin embargo es una postura imprescindible si quieres tener una rutina completa. Esta es una postura que no es fácil de hacer la primera vez y quizás requiera de más práctica de tu parte. En este caso debe elevar tus glúteos hasta formar un triángulo, con tu cuerpo. Mantener los talones en el suelo no siempre es sencillo, así que no te fuerces.
Para llegar a esta posición, deberás comenzar en la posición de plancha, con los brazos rectos a la altura de tus hombros. Mientras, los pies deben estar a la anchura de tus cadenas, listas para alzarse al cielo. Una vez que hayas logrado esto, exhala hasta que tu cuerpo tenga una pose de V invertida.
El erros más básico en estos casos esta en tensar las pantorrillas, pudiendo resultar en una forma de casa en vez de una V. Si está posición es muy dura para ti, flexiona las rodillas y trata de que tu pecho dirija tus caderas.
Pinza de pie o Uttanasana
Al igual que la anterior, esta es una postura que puede resultar bastante difícil de lograr son práctica. Para lograrla, debes abrir la parte posterior de las piernas, desde la postura de la montaña y doblarte. Debes hacer este movimiento siguiente el vértice de la columna, sin dejar de mantenerla recta. La cabeza debe colgar por su propio peso, cayendo hasta pegarse a la parte inferior de tus rodillas.
Lo más importante durante este ejercicio es mantener la columna forma, mientras mantienes las piernas rectas. Si no logras esto al principio, puedes doblar las rodillas como haga falta, sin embargo, es necesario que la espalda siempre este derecha. Esta no es una postura sencilla, por lo que deberás practicarla si deseas lograrla.
Ángulo Lateral Extendido o Utthita Parsvakonasana
Desde la postura anterior es posible saltar a este ángulo, sin embargo, no es una postura sencilla de hacer. En este caso deberás inclinar tu cuerpo al frente, con un pie a la altura de tus hombros. Una vez hecho esto, apoya un hombro sobre la rodilla, mientras una mano está frente a tu pie.
Las primeras veces que intentes hacer este movimiento, seguramente necesitaras flexionas las rodillas. Lo esencial en este caso, es lograr que tu espalda se mantenga recta y alineada con tu pierna. Este ejercicio también te ayudará a tonificarte, además de mantenerte flexible.
Posición del guerrero 1 o Virabhadrasana
Desde el Perro Hacía Abajo, deberás pasar al Ángulo Lateral Extendido, una vez allí, podrás hacer el Guerrero 1. A diferencia de la postura anterior, deberás estirar tu torso y girar el talón izquierdo. Ambos talones deben estar alineados, mientras las caderas miran hacia adelante, con el coxis agachado.
Has hecho bien esta posición de yoga cuando las caderas miran al frente y el pie trasero hace un ángulo de 45 grados. Es importante que también tu espalda este recta, ya que esto te ayudará a balancear mejor el peso mientras estás haciendo esta postura.
Postura del guerrero 2 o Virabhadrasana
Esta posición es casi igual a la anterior, en este caso los brazos estén extendidos en direcciones opuestas. Es necesario que tus bracos entren paralelos al suelo, y alineado con tus hombros. Al mismo tiempo, el pie de atrás debería formar un ángulo de 90 grados mientras el muslo delantero está paralelo al suelo.
Tanto tus glúteos como tu barriga no deberían sobresalir ni formar un arco con tu espalda. Es decir, tu espalda debe estar recta, los pies deben estar alineados el uno con el otro y todo debería alineado.
Media Paloma o Eka Pada Rajakapotasana
Aunque no puedes pasar a esta postura desde el guerrero, es posible hacerla después de hacer el Perro Hacia Abajo. Para lograrla, deberás abrir tus caderas y hacer un movimiento similar a un Split. La espalda siempre debe permanecer recta, y al momento de alzar los brazos, deberás alineado con tu espalda.
Postura de Triángulo o Trikonasana
Además de ser una de las posiciones de yoga más conocidas, es una de las más básicas. La idea es separar bien tus pies, hasta crear un triángulo con el hueso pélvico. Primera deberás girar un pie 90 grados hacía afuera, y otro 15 grados hacia adentro. Deberás cobrar tu torso, alineando tu cabeza con tu pie mientras estiras los brazos hasta casi tocar, o tocando el suelo.
Si nunca has hecho esta posición antes, tus dedos deberían tocar la espinilla de las piernas. En caso de ser un experto, tu mano debería tocar ligeramente, al menos, el suelo. Lo más importante de este ejercicio es mantener las caderas en su lugar.
Bailarín o Natarajasana
No solo es una postura ideal para terminar cualquier sesión de ejercicio, también ayudara a mejorar tu flexibilidad rápidamente. La idea es que puedas subir un pie lo suficiente para alinearlo con tu cabeza, mientras lo tocas con ambas manos. Si deseas mantener mejor el equilibro en este caso, te recomendamos que mantengas la vista en un punto fijo.
Estamos seguros de que, en un principio, no lograrás subir el pie lo suficiente o no podrás alinearlo con tu cabeza. Es importante que practiques constantemente, igualmente recomendamos que no te presiones.