Muy poco se ha hablado del síndrome de burnout y de sus consecuencias, sin embargo, es importante hablar de estas cosas. Debido a la pandemia, quizás has tenido que adaptarte a una nueva forma de trabajo y hayas sufrido de este síndrome sin saberlo. O quizás, lo has tenido antes y no has sabido darle un nombre.
Actualmente se está hablando mucho más de nuestras capacidades como seres humanos. Es decir, de cómo podemos sufrir de diferentes tipos de agotamientos, como el físico, el emocional y el mental. Aunque no parezca, un trabajo nos puede afectar en todos estos aspectos, siendo importante conocer cómo y porque esto puede pasar.
¿Qué es este síndrome?
El burnout laboral, o llamado el síndrome de estar quemado, se refiere a un estado que podemos alcanzar en el trabajo. En pocas palabras, este es un estado de agotamiento general, tanto físico, como emocional y mental que está relacionado con nuestro desempeño laboral. El estrés causado por el trabajo, como el nivel de exigencia que suponga, pueden ser el detonante de este síndrome.
De la mano, tu estilo de vida personal puede ser el causante de este problema, pudiendo ser esto la causa de tu agotamiento. Este problema tiene síntomas bastante graves, a largo plazo, tanto física como psicológicamente. Es por esto que es muy importante determinar que está pasando con suficiente tiempo.
¿Por qué puede aparecer?
Existen muchos motivos por los cuales se puede presentar este síndrome. Muchos profesionales en el área sanitaria, educativa o social tienden a sufrir de este síndrome por a gran carga emocional que exigen sus trabajos. De la mano, si estás en un trabajo que exige mucho de tu tiempo o de tu dedicación, podrías sufrirlo por el estrés.
Generalmente sucede porque algún aspecto que cause malestar en el trabajo se extiende a tu vida personal. En consecuencia, empiezas a sentir una gran carga emocional dentro y fuera del trabajo que termina afectando tu desempeño personal en todo sentido. Es en este punto que esto se convierte en un círculo vicioso.
El psicólogo Herbert Freudenberger define esto mejor, contando que algunas profesiones tienden a sufrir más del síndrome de burnout. En sus estudios cuenta que los trabajos donde se debe mantener más contacto con otros, son las que provocan más desgaste. Igualmente, dice que mucho de esto depende de aspectos organizativos y tu capacidad personal de enfrentar problemas.
Síntomas del síndrome de burnout
Identificar este síndrome no es fácil porque podrías confundirlo con ansiedad, estrés laboral o depresión. Sin embargo hay algunos síntomas típicos, fáciles de identificar, que podrían indicar que estás sufriendo de esto.
Agotamiento físico y mental generalizado
Sufrir de este síndrome te hará sentir un cansancio generalizado, es decir, agotamiento físico y mental. La forma más fácil de identificar el agotamiento físico es por la fatiga crónica, el aumento o pérdida de peso, entre otras cosas. También podrías empezar a sufrir de dolores sorpresas, migrañas o problemas gastrointestinales.
Por otro lado, el agotamiento mental es más sutil y muchas veces es más difícil de captar. Igualmente, en general sentirás estrés y ansiedad constante, dentro y fuera del trabajo. Si antes del síndrome sufrías de ambos, seguramente tus ataques, siempre dentro del ambiente laboral, serán mucho más constantes o más prolongados.
Despersonalización y cinismo
Es muy común que sufras de un cambio radical de actitud con respecto al trabajo. Esto puede sonar u poco redundante, sin embargo, si no eres consciente de que estás pasando por esto, quizás no notes esta diferencia. Por supuesto, esto quiere decir que mostrarás más indiferencia y desapego con tu trabajo, reduciendo tu productividad.
Otro ejemplo de este síntoma es cuando empiezas a sentirte irritable dentro de tu ambiente laboral. De la mano, tu trato tenderá a ser mucho más duro, es decir, serás menos agradable para los demás. Esta es una forma de compensar tu inconformidad con el empleo, aunque te guste lo que haces y donde estás, de momento.
Desmotivación e improductividad
Aunque ya hemos mencionado esto, la productividad y la desmotivación son un síntoma en sí mismo. Además de la evidente frustración que sentirás al realizar tu trabajo, sentirás poca realización personal con el mismo. De la mano, dejarás de prestar atención a los detalles, o sufrirás de una decidía generalizada.
Salir de este punto genera un círculo vicioso, que se alimenta de tu desmotivación y sin embargo te sientes culpable de la misma. Es decir, al no poder rendir lo suficiente en un trabajo que al parecer te causa disfrute, hace que no te sientas motivado y culpabilidad.
¿Qué hacer si sufres de este síndrome?
Como hemos explicado, hay muchos motivos por el cual podrías estar sufriendo de este síndrome y una vez que lo tienes, recuperarse no es sencillo. Algunos de los factores más importantes que pueden estar causando este problema suelen ser personales. Esto quiere decir que quizás sufres de baja tolerancia a la frustración, o no sabes cómo manejar en el estrés.
En otros casos se puede deber a que tienes un ambiente laboral altamente desgastante que puede estar afectando como te desempeñas en el trabajo. Si tienes trabajos donde debes trabajar con personas enfermas, o uno donde debas presenciar perdidas constantemente, probablemente este sea el motivo.
En última instancia, la organización en tu trabajo puede ser el motivo por el cual estés sufriendo de este síndrome. Es posible que estés realizando tareas ajenas a ti, o haya lagunas con las mismas. Por otro lado, puede que tengas presión asistencial, falta de apoyo o sobrecarga laboral. Indiferentemente de cualesquiera que sean los motivos, en este caso en especial tienes poco que hacer.
¿Cómo puedo prevenir este el síndrome de burnout?
Este síndrome en especial se desarrolla después de un periodo largo de tiempo, lo que te permite tomar cartas en el asunto. Es muy importante que estés atento de todos los síntomas o de alguno de los signos en el trabajo que puedan llevarte al mismo. De la mano es necesario que mantengas hábitos regulares sanos en el trabajo, de forma que no te desgastes a largo plazo.